Un tatuaje no termina cuando sales del estudio. De hecho, el verdadero trabajo empieza justo después: el cuidado post-tatuaje. Muchos clientes, especialmente los primerizos, cometen errores que pueden afectar la cicatrización, el color e incluso la forma del tatuaje
En este artículo veremos los errores más comunes al cuidar un tatuaje recién hecho y daremos consejos prácticos para mantener la piel en perfectas condiciones durante el proceso de curación.
1. No seguir las instrucciones del tatuador
Uno de los errores más frecuentes es pensar que todas las pieles sanan igual y que los cuidados son “universales”. Sin embargo, cada tatuador conoce sus tintas, técnicas y la piel de su cliente, por lo que seguir sus indicaciones al pie de la letra es clave. Ignorar esas recomendaciones puede derivar en infecciones o pérdida de pigmento.
2. Quitar el film protector demasiado pronto o demasiado tarde
El film o vendaje especial se coloca para proteger el tatuaje en las primeras horas. Retirarlo antes de tiempo expone la piel a bacterias y agentes externos, mientras que dejarlo más tiempo del recomendado genera sudoración excesiva y dificulta la cicatrización.
3. Rascar o arrancar las costras
Es común que durante la curación aparezca picor. Sin embargo, rascar o arrancar las costras puede levantar la tinta, dejando huecos o cicatrices visibles. Es vital explicar al cliente que este proceso es natural y que debe dejar que la piel sane sola.
4. Usar cremas inadecuadas o productos agresivos
Algunas personas aplican vaselina, aceites o cremas perfumadas que no son recomendadas. Estos productos pueden obstruir los poros o irritar la piel. Lo ideal es usar una pomada o crema específica para tatuajes, recomendada por el tatuador, que hidrate sin saturar.
5. Exposición al sol y al agua
Dos enemigos de un tatuaje recién hecho: el sol y las piscinas/playas. La radiación solar puede dañar el pigmento, y el agua estancada (piscinas, jacuzzis, ríos, mar) puede causar infecciones. Se recomienda evitar ambos durante al menos 2 a 3 semanas.
6. Usar ropa ajustada o poco transpirable
Un tatuaje necesita oxigenación. La ropa ajustada, sintética o áspera puede rozar y dañar la zona, provocando irritación o pérdida de pigmento. Lo mejor es llevar prendas sueltas de algodón mientras dure la curación.
7. No mantener la higiene adecuada
Un error muy común es no lavar el tatuaje correctamente. Es fundamental hacerlo con agua tibia y jabón neutro, secando la zona con toques suaves (nunca frotando). La higiene diaria evita infecciones y acelera la cicatrización.
8. Realizar actividad física intensa antes de tiempo
El sudor, el roce y el estiramiento de la piel durante el deporte pueden complicar la curación. Lo recomendable es evitar entrenamientos intensos durante los primeros 7 a 10 días, dependiendo del tamaño y zona del tatuaje.
9. Beber alcohol o fumar en exceso durante la cicatrización
El alcohol diluye la sangre y puede afectar la cicatrización, mientras que el tabaco disminuye la oxigenación de la piel. Ambos hábitos ralentizan el proceso de curación y pueden alterar el resultado final del tatuaje.
10. Conclusión: La importancia de un buen cuidado post-tatuaje
Un tatuaje es una obra de arte en la piel, pero su durabilidad depende en gran parte de los cuidados posteriores, es por esto que en este articulo te enseñamos los cuidados básicos para curar tus Tattoos.
Como tatuador o aprendiz, tu responsabilidad no termina al apagar la máquina. Educar al cliente sobre el cuidado post-tatuaje es la mejor manera de proteger tu trabajo y asegurar que luzca impecable durante toda la vida, es por ellos que es muy importante seguir al pie de la letra todos los cuidados dichos en este articulo.
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